1934
Una sentencia que nadie debiera olvidar y que tiene ahora mismo una aplicación vital: «Aquellos pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla». Ante todo, hay que decir bien fuerte que es cierto que los familiares de los asesinados y desaparecidos por el régimen franquista tienen todo el derecho del mundo a saber qué sucedió con aquellos, a recuperar sus restos y a darles un merecido descanso. A tal efecto, el gobierno de España ha destinado 4,1 millones de euros en subvencionar diversas organizaciones de izquierdas vinculadas a la recuperación de la «memoria histórica» de los vencidos en la fratricida Guerra Civil. Sin embargo, también es cierto que la memoria nunca debiera ser una represalia, un ejercicio de odio, una búsqueda de publicidad o un intento de promoción personal. Baltasar Garzón no está siendo juzgado por intentar “investigar los crímenes del franquismo”, ni es el Tribunal Supremo el brazo ejecutor de la falange. Va a ser juzgado por hacer las cosas mal (y