Invasiones y minas
Por una vez, me voy a poner en una posición que la mayoría de mis lectores podrán tildar incluso de reaccionaria. Me refiero al último asalto de Melilla por parte de personas que residen en el vecino Marruecos.
España es un país soberano. Eso quiere decir que tiene fronteras y que tiene el derecho de decidir quien entra y quien no dentro de su territorio. El mundo funciona así. Y la reciprocidad es la base del Derecho Internacional. Otra cosa es que las personas que, por un motivo u otro, viven en el interior de nuestras fronteras tengan derecho a una vida digna y a no malvivir peor que ciertos animales.
El caso es que hace un par de días, un grupo de al menos trescientos hombres, perfectamente organizados, equipados con material de asalto ad-hoc (escaleras, mantas y guantes, principalmente) se lanzaron sobre las doble alambrada que delimita España con Marruecos e intentaron entrar en nuestro país por la fuerza. No sé como lo llamarán en otros sitios, pero en mi pueblo eso es una