Cataluña, esa gran Comunidad Autonoma
No me gusta Cataluña. Lo siento, pero es así. Cada vez que cruzo los límites de la Comunidad me siento extranjero y desplazado. Todo está pensado para rechazar al visitante. No entiendo que quieran tener turismo.
No juzgo a sus habitantes, ya que creo firmemente que cada persona es diferente, y que las generalizaciones son todas tontas e imprecisas. Lo que no soporto es la política que se ha llevado allí en los últimos años, (Los últimos veinticinco años, más o menos). En nombre de la "inmersión cultural" y la "defensa del catalán", el castellano-parlante se ve desplazado.
Me parece estupendo que cada persona hable el idioma que mejor entienda, que se conserven tradiciones y culturas... pero lo mismo se hace en Galicia o en Valencia, por poner solo dos ejemplos, y allí no me siento forastero en mi propio país.
El sentirme personalmente excluído no es el único motivo para no vivir en Cataluña. Me pongo a pensar en sus políticos... y se me cae el alma a los pies. Sinceramente: al contrario que la mayor parte de las personas de este país, yo soy optimista respecto a las clase dirigente. Creo que, cada cual dentro de sus ideas (unas correctas, otras equivocadas), intentan hacer lo mejor posible. Que tienen que lidiar con tensiones e intereses contrapuestos. Creo que los estafadores, ladrones y defraudadores son una minoría. Ruidosa, pero minoría.
Volviendo a los políticos de Cataluña, veo que tanto la derecha tradicional catalana (la nacionalista) como la izquierda moderada (la socialista) tienen tendencia a seguir la misma política de exclusión del resto de los españoles. Así que queda descartado votarles. Entonces, me tengo que enfrentar con el resto. ¿Voto a la derecha española, marginal en Cataluña? Pues mis ideas son diametralmente opuestos a ellos, así que mal podría votarles. ¿Voto entonces a los independentistas? Peor aún. Me parece una solemne estupidez cualquier caso de nacionalismo, pero más aún el que pretende hacer independiente trocitos de un país que nunca han tenido independencia. Así que, si quiero participar en la vida política catalana, o me creo mi propio partido, o me voy a otra zona de España. Opto por lo segundo. La política me gusta verla y criticarla desde fuera.
Y cuando tienen una catástrofe como la que están sufriendo ahora en el barrio del Carmelo, sus políticos dan aún un espectáculo más bochornoso aún. ¿Se puede ser más patético? Bueno... se puede ser presidente murciano y decir que "Maragall bebe hectólitros de vino al día". Pero ya son casos extremos.
No juzgo a sus habitantes, ya que creo firmemente que cada persona es diferente, y que las generalizaciones son todas tontas e imprecisas. Lo que no soporto es la política que se ha llevado allí en los últimos años, (Los últimos veinticinco años, más o menos). En nombre de la "inmersión cultural" y la "defensa del catalán", el castellano-parlante se ve desplazado.
Me parece estupendo que cada persona hable el idioma que mejor entienda, que se conserven tradiciones y culturas... pero lo mismo se hace en Galicia o en Valencia, por poner solo dos ejemplos, y allí no me siento forastero en mi propio país.
El sentirme personalmente excluído no es el único motivo para no vivir en Cataluña. Me pongo a pensar en sus políticos... y se me cae el alma a los pies. Sinceramente: al contrario que la mayor parte de las personas de este país, yo soy optimista respecto a las clase dirigente. Creo que, cada cual dentro de sus ideas (unas correctas, otras equivocadas), intentan hacer lo mejor posible. Que tienen que lidiar con tensiones e intereses contrapuestos. Creo que los estafadores, ladrones y defraudadores son una minoría. Ruidosa, pero minoría.
Volviendo a los políticos de Cataluña, veo que tanto la derecha tradicional catalana (la nacionalista) como la izquierda moderada (la socialista) tienen tendencia a seguir la misma política de exclusión del resto de los españoles. Así que queda descartado votarles. Entonces, me tengo que enfrentar con el resto. ¿Voto a la derecha española, marginal en Cataluña? Pues mis ideas son diametralmente opuestos a ellos, así que mal podría votarles. ¿Voto entonces a los independentistas? Peor aún. Me parece una solemne estupidez cualquier caso de nacionalismo, pero más aún el que pretende hacer independiente trocitos de un país que nunca han tenido independencia. Así que, si quiero participar en la vida política catalana, o me creo mi propio partido, o me voy a otra zona de España. Opto por lo segundo. La política me gusta verla y criticarla desde fuera.
Y cuando tienen una catástrofe como la que están sufriendo ahora en el barrio del Carmelo, sus políticos dan aún un espectáculo más bochornoso aún. ¿Se puede ser más patético? Bueno... se puede ser presidente murciano y decir que "Maragall bebe hectólitros de vino al día". Pero ya son casos extremos.
Comentarios