Policía, vítores y maltratos
En primer lugar, quiero hablar de lo que se ha visto en Francia tras la detención de tres etarras: los ciudadanos vitoreando a la Policía e increpando a los asesinos... ¡Cómo me gustaría ver eso alguna vez en España!
Y más aún en estas fechas en que los medios de comunicación han decidido empezar a dar credibilidad a los delicuentes que sistemáticamente denuncian "maltratos policiales" con el objetivo de librarse de la condena por los delitos que han cometido.
Hace unas semanas saltó el escándalo de una comisaría de los Mozos de Escuadra (la policía autonómica catalana) en la cual presuntamente se maltrataba a los delincuentes que en ella ingresaban. Y poco a poco hemos conocido dos vídeos en los que presuntamente se ven esos abusos. Dado que las cámaras ocultas estuvieron allí muchos meses, que sólo se haya obtenido esas dos "evidencias" demuestra que esos "malos tratos" no son, ni mucho menos, algo habitual ni generalizado.
El primer caso muestra a un varon, corpulento (es más grande que todos los policías que le acompañan), que, tras serle retiradas las esposas, muestra una actitud chulesca y provocadora, invitando a la pelea. Los funcionarios se ven obligados a reducirlo.
Mis lectores quizá no lo sepan, pero para ingresar a un detenido en un calabozo, son necesarios unos trámites para garantizar su propia seguridad y la de los policías que lo custodian. Esos trámites implican retirar cualquier objeto peligroso, como cordones, cinturones, zapatos rígidos, y cualquier otro objeto que pueda servir para causar lesiones.
Supongan ahora ustedes que son policías, y que el delicuente que ustedes han detenido se niega a acceder a obedecer sus instrucciones. Pongan además que, el individuo en cuestión presenta una actitud violenta, como se ve en el vídeo. ¿Qué opción usarían? Quizá me convenzan de que con buenas palabras, un delincuente violento depone su actitud cual manso corderito. Y, además, eso sin menoscabar el principio de autoridad. Sepan ustedes que tengo alguna experiencia en tratar con esa clase de personas y que, si bien la gran mayoría obedece las instrucciones, aquella escueta minoría que es violenta, no atiende a razón alguna.
El segundo vídeo es aún más claro. Una mujer, igualmente violenta y desafiante, se niega a obedecer a las agentes. Estas proceden a retirarle los objetos peligrosos sin más gestos violentos que un pequeño cachete. ¿Dónde está la "violencia policial" aquí?
Si tan enfadada se sentía por tener que exponer sus pechos... ¿no es mucho más ultrajante que toda España los haya visto? Por cierto... ¿quién filtra esos vídeos a la prensa? Me extrañaría mucho que fueran los propios Mozos...
En este segundo caso, en que denunció que tenía decenas de moratones por todo el cuerpo, los medios han dado muy poca publicidad a otro vídeo, grabado por uno de los policías que la detuvo: en él se ve como la mujer, encerrada en el coche patrulla para su traslado, se golpea repetidamente con los laterales del vehículo.
Esto muestra una de las características más habituales de los delincuentes violentos: causarse lesiones para luego acusar de ello a quien le custodia. Y en estos días hemos visto más ejemplos en diferentes lugares de España. Es algo habitual: la novedad es que los medios le den más credibilidad a quien infringe la ley que a quien defiende a los ciudadanos.
Con esto no quiero decir que defienda los abusos policiales, que existir, existen. Son pocos, son aislados... pero hay que luchar contra ellos para que no empañen la buena imagen de aquellos que nos protegen día y noche, muchas veces a costa de su propia integridad.
Pero en los casos ultimamente denunciados, no veo tales abusos. Será que soy un fascista reaccionario...
Y más aún en estas fechas en que los medios de comunicación han decidido empezar a dar credibilidad a los delicuentes que sistemáticamente denuncian "maltratos policiales" con el objetivo de librarse de la condena por los delitos que han cometido.
Hace unas semanas saltó el escándalo de una comisaría de los Mozos de Escuadra (la policía autonómica catalana) en la cual presuntamente se maltrataba a los delincuentes que en ella ingresaban. Y poco a poco hemos conocido dos vídeos en los que presuntamente se ven esos abusos. Dado que las cámaras ocultas estuvieron allí muchos meses, que sólo se haya obtenido esas dos "evidencias" demuestra que esos "malos tratos" no son, ni mucho menos, algo habitual ni generalizado.
El primer caso muestra a un varon, corpulento (es más grande que todos los policías que le acompañan), que, tras serle retiradas las esposas, muestra una actitud chulesca y provocadora, invitando a la pelea. Los funcionarios se ven obligados a reducirlo.
Mis lectores quizá no lo sepan, pero para ingresar a un detenido en un calabozo, son necesarios unos trámites para garantizar su propia seguridad y la de los policías que lo custodian. Esos trámites implican retirar cualquier objeto peligroso, como cordones, cinturones, zapatos rígidos, y cualquier otro objeto que pueda servir para causar lesiones.
Supongan ahora ustedes que son policías, y que el delicuente que ustedes han detenido se niega a acceder a obedecer sus instrucciones. Pongan además que, el individuo en cuestión presenta una actitud violenta, como se ve en el vídeo. ¿Qué opción usarían? Quizá me convenzan de que con buenas palabras, un delincuente violento depone su actitud cual manso corderito. Y, además, eso sin menoscabar el principio de autoridad. Sepan ustedes que tengo alguna experiencia en tratar con esa clase de personas y que, si bien la gran mayoría obedece las instrucciones, aquella escueta minoría que es violenta, no atiende a razón alguna.
El segundo vídeo es aún más claro. Una mujer, igualmente violenta y desafiante, se niega a obedecer a las agentes. Estas proceden a retirarle los objetos peligrosos sin más gestos violentos que un pequeño cachete. ¿Dónde está la "violencia policial" aquí?
Si tan enfadada se sentía por tener que exponer sus pechos... ¿no es mucho más ultrajante que toda España los haya visto? Por cierto... ¿quién filtra esos vídeos a la prensa? Me extrañaría mucho que fueran los propios Mozos...
En este segundo caso, en que denunció que tenía decenas de moratones por todo el cuerpo, los medios han dado muy poca publicidad a otro vídeo, grabado por uno de los policías que la detuvo: en él se ve como la mujer, encerrada en el coche patrulla para su traslado, se golpea repetidamente con los laterales del vehículo.
Esto muestra una de las características más habituales de los delincuentes violentos: causarse lesiones para luego acusar de ello a quien le custodia. Y en estos días hemos visto más ejemplos en diferentes lugares de España. Es algo habitual: la novedad es que los medios le den más credibilidad a quien infringe la ley que a quien defiende a los ciudadanos.
Con esto no quiero decir que defienda los abusos policiales, que existir, existen. Son pocos, son aislados... pero hay que luchar contra ellos para que no empañen la buena imagen de aquellos que nos protegen día y noche, muchas veces a costa de su propia integridad.
Pero en los casos ultimamente denunciados, no veo tales abusos. Será que soy un fascista reaccionario...
Comentarios
Aunque en otros campos te obceques en seguir comulgando con ruedas de molino junto a ellos.