Nacionalismos
El nacionalismo es, por definición, injusto y moralmente reprobable. Y lo es por un hecho muy sencillo: El nacionalismo, todo nacionalismo, se basa en la discriminación absurda: Yo soy mejor que tu porque yo he nacido aquí y tu allí.
Es por eso que no comprendo para nada a un señor que afirma que, por vivir en Cataluña, en el País Vasco, en Galicia, o en Madrid, tiene unos derechos que yo no puedo tener. Que se persiga una bandera, que haya luchas para colgarla o no colgarla en el ayuntamiento el día de la fiesta mayor. Un puñetero trapo de colores.
El nacionalismo es una lacra social, y además es peligroso. Recordemos que es nacionalista el principal terrorismo que nos ha atenazado durante ya casi cuarenta años.
Pero también el nacionalismo "español" es peligroso. No sólo porque fue ese nacionalismo el que mantuvo a España en el oscurantismo durante tantos años como dura la escoria etarra, y que para hacerse con el poder acabase con un gobierno democrático legítimo, destruyera España y causase la muerte de cerca de un millón de personas, sino porque el enfrentamiento entre dos "nacionalismos", el centralista y el periférico, es un instrumento de odio y de destrucción.
Y es curioso señalar lo tremendamente separatistas que demuestran ser, paradojicamente, los nacionalistas centralistas. Si le preguntas a un secuaz de Ynestrillas (un payaso peligroso, además de asesino y cocainónamo, por cierto) o a un tertuliano de la COPE, enseguida hablan de que Cataluña ya no es España, que Euskadi es otro país, o que Andalucía lo va a ser. Para esa gente, España se reduce a poco más que Madrid. Irónico, si no diera tanta pena.
En resumen: este país sería un sitio mucho mejor si tratásemos de entendernos unos a otros y buscásemos las cosas que nos unen en vez de las cosas que nos separan.
Es por eso que no comprendo para nada a un señor que afirma que, por vivir en Cataluña, en el País Vasco, en Galicia, o en Madrid, tiene unos derechos que yo no puedo tener. Que se persiga una bandera, que haya luchas para colgarla o no colgarla en el ayuntamiento el día de la fiesta mayor. Un puñetero trapo de colores.
El nacionalismo es una lacra social, y además es peligroso. Recordemos que es nacionalista el principal terrorismo que nos ha atenazado durante ya casi cuarenta años.
Pero también el nacionalismo "español" es peligroso. No sólo porque fue ese nacionalismo el que mantuvo a España en el oscurantismo durante tantos años como dura la escoria etarra, y que para hacerse con el poder acabase con un gobierno democrático legítimo, destruyera España y causase la muerte de cerca de un millón de personas, sino porque el enfrentamiento entre dos "nacionalismos", el centralista y el periférico, es un instrumento de odio y de destrucción.
Y es curioso señalar lo tremendamente separatistas que demuestran ser, paradojicamente, los nacionalistas centralistas. Si le preguntas a un secuaz de Ynestrillas (un payaso peligroso, además de asesino y cocainónamo, por cierto) o a un tertuliano de la COPE, enseguida hablan de que Cataluña ya no es España, que Euskadi es otro país, o que Andalucía lo va a ser. Para esa gente, España se reduce a poco más que Madrid. Irónico, si no diera tanta pena.
En resumen: este país sería un sitio mucho mejor si tratásemos de entendernos unos a otros y buscásemos las cosas que nos unen en vez de las cosas que nos separan.
Comentarios
Partes de una base: un nacionalista se considera mejor que otra persona por el simple hecho de haber nacido aquí y no allí. Evidentemente, si aceptamos esta premisa, la conclusión es obvia: los nacionalistas son intolerantes, insolidarios y, además, racistas. No en el sentido tradicional de odiar otras razas, sino en el sentido de odiar otras procedencias.
Esa premisa es falsa, o cuanto menos, cuestionable. ¿Qué lleva a una persona a ser nacionalista? ¿El odio al otro? ¿La defensa de lo propio? Al final, con la globalización, la cultura acaba siendo un amasijo, un reboltijo de todas las culturas, quedándonos con lo más superficial de cada una. ¿Es lógico escuchar sardanas en una fiesta “cañí” en Madrid? ¿Cómo le sentaría a un andaluz escuchar una “muñeira” mientras pasa un paso de Semana Santa?
Sé que me estoy desviando, pero ¿Son nacionalistas los lingüistas que defienden el término aparcamiento en lugar de “parking”? ¿Son nacionalistas los defensores de las denominaciones de origen? ¿Son nacionalistas los que defienden el buen uso del castellano? ¿Son nacionalistas los que piden más recursos europeos para España?
Si el idioma castellano (con más de 800 millones de hablantes) está en peligro con el colonialismo anglófono … ¿Cómo debe de estar el catalán?¿Y el vasco? No olvidemos que todas las lenguas son riqueza, son formas de ver el mundo. No se puede conocer algo que no se sabe nombrar, y os aseguro que hay cientos de términos, o matices, que existen en catalán o en vasco y no en castellano. ¿Alguien me puede traducir la palabra “seny” al castellano? Yo no soy capaz.
¿Cómo pensáis que debe sentirse un catalán o un andaluz cuando desde Madrid se decide que carreteras necesitan? O donde poner un hospital, o que necesidades de transporte requieren. Es normal, o al menos lo parece, que las comunidades autónomas reclamen cada vez más competencias.
En conclusión, como resumen a todo este rollo: yo entiendo el nacionalismo (yo no lo soy) como la defensa legítima de la cultura y de los intereses económicos de un territorio. Evidentemente, rechazo cualquier otro tipo de nacionalismo, sobre todo el que utiliza la violencia para imponer sus criterios, pero eso no es nacionalismo, es fascismo. ETA es fascista, como Franco y como Mussolini.
Porque los nacionalismos que vivimos hoy en distintos sitios de España no se ciñe a lo que dices. ¿Cómo te sentirías si no te dejasen "por ley" escolarizar a tus hijos en la lengua que tu quisieras?¿O si te multasen por no poner los rótulos de tu negocio en una determinada lengua?¿O si te negasen sistematicamente cualquier subvención por no ser de un determinado partido político?¿O si te insultasen o amenazasen por decir publicamente lo que piensas?
El problema es que hemos pasado del nacionalismo español de Franco a los nacionalismos etnico-culturales de los nacionalistas vascos (origen étnico) y los nacionalistas catalanes (origen etnico-cultural). Y agarrándose en el eterno sentimiento de haber sido víctimas de Franco, han copado parcelas de poder tan amplias que hoy en día es muy dificil romper la cadena de clientelismos politicos y económicos que nutren a los partidos nacionalistas.
La variedad linguistica es una riqueza, ¡por supuesto! Y en España, gracias a Dios, está asegurada su pervivencia y cuidado. Pero de ahí a pasar a auténticas dictaduras nacionalistas en el País Vasco y Cataluña hay un trecho, por mucho que nos quieran vender las castas políticas de esas zonas que todo responde a la "normalidad democrática".
A ver, para tu información:
1. Es ridículo, visto desde cualquier punto de vista, mantener 3 estructuras escolares. Es decir, una en castellano, otra en catalán (euskera, gallego, me da igual) y otra mixta. No se si has buscado colegio para tus hijos. Ya es suficientemente difícil encontrarlo como para escolarizarlo en el modelo ligüístico adecuado. Yo crecí en un pueblo pequeño, con una única clase para los de mi generación. No se vosostros. Además, piensa por un momento en lo que supone no saber catalán en Cataluña o vasco en Euskadi. ¿Te imaginas ser catalán y no entender un cartel escrito en catalán? ¿No poder entender a alguien que habla la lengua de la tierra donde estás? Es triste.
2. Sí, sé lo que es estar en mi pueblo y no entender nada en una tienda. El otro día le compré unos zapatos a mi novia, y no me entendían. A mí me han llegado a tener que escribir un precio en un papel porque no nos entendíamos. Me he ido de un restaurante porque no entendía la carta. No me han dejado entrar en discotecas por ser español EN MI PUEBLO!!!! No me hables de multas ni de derechos lingüísticos, porque te podría contar unas cuantas. Para tu información, la rotulación debe de estar en una de las dos lenguas oficiales de la comunidad donde se encuentre, y después en el idioma que se quiera. La ley no especifica si castellano o catalán. Por cierto, soy mallorquín.
3. ¿Subvenciones?¿A mí me vas a hablar de subvenciones? Por favor. La concejal de urbanismo de mi pueblo es hija de constructor. El hijo del constructor tiene un cargo que no voy a desvelar porque es un cargo único y aquí no se trata de hacer acusaciones. Mi empresa trabaja para el Gobierno Balear … no me hables de subvenciones, porque me meten en la cárcel. ¿Has visto las fotos de Jaume Matas abrazándose a Pedro J.? ¿Sabías que 600 de los manifestantes a favor de la piscina de Pedro J. han venido desde la península? ¿Sabías que se han hospedado en un polideportivo público? Ah, por cierto, en Baleares no tenemos un gobierno nacionalista, a pesar de que el PP pacte con Unión Mallorquina, que está a favor del plan Ibarretxe. ¿Clientelismo político?
4. El año pasado estuve en Euskadi. Hablando con un tipo de política, noté que hablaba con miedo, bajando la voz. Era del PNV. La locura de ETA no sólo afecta al PP y al PSOE
5. Sí, me han insultado por decir lo que pienso. Eso es cierto. Me han llamado radical, batasuno, miserable … y mil cosas más. Me sentó muy mal que me llamaran batasuno. ¿Sabes por qué me lo llamaron? Por considerar que mi tierra no es un solar a disposición de los ricos y famosos
No sé, me relacionas nacionalismos con los males de nuestra sociedad. Yo sufro todos esos males , algunos aumentados, y no vivo en una zona nacionalista, sino todo lo contrario. Te puedo asegurar que no soy nacionalista y que soy bilingüe. No tengo ningún trauma por haber aprendido historia o filosofía en catalán. Al contrario, estoy muy agradecido a todos mis profesores.
Como dice Serrat: “Siempre me he sentido más cómodo espresándome en la lengua que me han prohibido”.