El Ejército en Iraq

Se nos dijo que el Ejército fue a Iraq a realizar una "misión humanitaria" en un territorio pacífico y "hortofrutícola", por raro que suene eso en un país enclavado entre desierto y montañas. Ahora nos hemos enterado de la realidad: Nuestros militares se encontraban acosados por todos los frentes, encerrados en sus bases, atacados a diario y, en algunas ocasiones, hasta en situación de sitio, al más puro estilo medieval.

No tuvimos que lamentar ninguna baja mortal, si bien ocho de nuestros soldados resultaron heridos en los combates. Por otro lado, nuestras fuerzas mataron a al menos diecinueve "insurgentes", amén de muchos incidentes armados de los cuales no se tiene conocimiento de su resultado (es lo que tiene cuando patrullas un área que no controlas).

Conocido todo eso, parece desde luego un acierto hacerles volver: no sólo porque estaban ayudando a la invasión ilegal de un país soberano, en contra del deseo de la inmensa mayoría del pueblo español, sino porque la misión para la que fueron no podían cumplirla, y estaban sometidos a un riesgo absurdo e innecesario. Por todo ello: hurra por su vuelta a casa.

Lo que no concibo es que ahora se diga que el comportamiento del Ejército fue "poco democrático". A todas esas personas habrían que ponerlas en una análoga situación. Cuando te están disparando, tratar de conversar y razonar con la otra parte es simplemente absurdo. Nuestras Fuerzas Armadas cumplieron su misión y lo hicieron bien. Que su misión fuera errónea no es su culpa, sino de los políticos que los enviaron allí.

Comentarios

Último Íbero ha dicho que…
Leyendo el primer párrafo creí que hablabas de la actual situación en Afganistán.

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