All or nothing!

Una de las cosas que más me molestan y asquean de la actual situación política española es la exajerada tendencia al maniqueísmo de todo el mundo. O todo es bueno o todo es malo...

O el PP es la salvación de España y el PSOE unos traidores estalinistas. O el PSOE es la vanguardia de la libertad y el PP un nido de víboras fascistas.

Los políticos son expertos en llevarnos a los ciudadanos normales y corrientes a ese tipo de simplificaciones donde desaparecen las matizaciones que tanto les molestan (porque se ven sus miserias) y se torna todo un "o estás conmigo o estás contra mi".

Y eso implica que si estás conmigo tienes que tragar todo lo que yo haga. Y no solo tragar sino que también asumirlo y encima defenderlo de los ataques "del otro".

Eso lo podemos ver, por ejemplo, en temas que han levantado una estúpida y artificial controversia, como las talas de árboles (que ahora son el mayor delito cometido por la casta política en España... tienes cojones la cosa): si tala el "enemigo" es porque es un desalmado, entregado a la especulación urbanística y quiere destruir la capa de ozono por pura maldad. En cambio si tala el mío es una "remodelación necesaria del espacio público". Y tan contentos.

No es de extrañar entonces que en cosas de más importancia las cosas están como están. Cuando lo hacen los míos trago y encima digo que es bueno. Si son los otros grito ¡a las barricadas!

En mi experiencia personal siempre me ha gustado valorar las acciones de los políticos tanto desde un punto de vista global (ideológico, si queremos llamarlo así) cómo desde una perspectiva particular en cada caso (beneficios reales para la comunidad, razones que les llevan a hacer tal o cual cosa, etc.) sin entrar a valorar si lo hace un partido u otro. En función de mi valoración global de unos y otros decido a quien voy a votar cuando llegan las elecciones. Me precio de no ser un voto cautivo, ni un voto comprado, ni un voto encadenado a muerte con un partido. Y supongo que la mayoría de los españoles funcionamos así.

Pero se muy bien, que la minoróa "cautiva" es bastante grande, me atrevo a decir que del 40% (a ojímetro salvaje). Existe un grupo muy grande de personas que votarán siempre a "los suyos" y para los que el enfrentamiento político permanente es casi un modo de concebir su vida. Lamentablemente esa actitud empobrece nuestra democracia y les da más poder (si cabe) a la casta política que nos domina.

Por ahora...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Uffff, por esto que mencionas detesto la política, y más ahora que nunca, que el PSOE ha llegado de golpe y haciendo muchas cosas y el PP está gritando mucho (y diciendo poco, la verdad).

Lamentablemente, yo veo mucho eso de con un partido u otro sin posibilidad de cambiar, y menos aún razonar. Da igual lo extremista o idiota que se vuelva el partido, siguen teneindo seguidores ciegos (aquí dudo que pasara como en Francia hace poco, que hasta los del partido cuyo nombre no recuerdo pusieron el grito en el cielo al ver su candidato).
Será que vivo en una ciudad pequeña y con mentalidad de pueblo, pero aquí estos casos se dan como churros. Y en el fúbtol exactamente igual. No hay equipos buenos o malos, el Madrid o Barsa es el mejor y los demás asesinos terroristas que hay que odiar y tirar piedras si se ve a alguno xDDDDD


En fin....

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