De velos y otras zarandajas
Estamos leyendo ultimamente que la Administración (ya sea central o autonómica) está ordenando readmitir en centros a alumnas que no podían acudir a su lugar de estudio por llevar velo, algo que contraviene las normas del centro.
Yo soy un garante de la laicidad, y entiendo que el Estado también debe serlo. Y veo que no es un colegio el que está prohibiendo la entrada a una niña por llevar un trapo en la cabeza: es una niña (o su familia) la que no quiere acatar las normas del centro para continuar su escolarización.
Cuando uno lee el reglamento interno del colegio, y observa que no existe una discriminación religiosa (no se prohibe el velo, sino cualquier adminículo que cubra la cabeza, como gorras o viseras), queda claro que, en pos de una mejor integración de esas niñas, el dichoso pañuelito debería ser desterrado dentro del aula.
Nada impide a la niña ir con el trapito, y quitárselo una vez dentro del recinto del colegio. Porque, lograda esa "victoria", imagino que la siguiente será la educación segregada por sexos, como en tiempos del franquismo (cuánto se tocan siempre los extremismos).
Claro que imagino que será un colegio en el que las monjas no den clase "de uniforme" porque si no tendría que comerme mis palabras con patatas...
En resumen: que un pañuelito más o menos en la cabeza no hace daño a nadie, pero todos sabemos lo importante que es en un colegio mantener una cierta disciplina interna. ¿O si viniera un Bananista del Séptimo Tubo, cuya religión les obliga a ir vestidos de naranja y con sombrero mexicano... le permitirían entrar así?
Yo soy un garante de la laicidad, y entiendo que el Estado también debe serlo. Y veo que no es un colegio el que está prohibiendo la entrada a una niña por llevar un trapo en la cabeza: es una niña (o su familia) la que no quiere acatar las normas del centro para continuar su escolarización.
Cuando uno lee el reglamento interno del colegio, y observa que no existe una discriminación religiosa (no se prohibe el velo, sino cualquier adminículo que cubra la cabeza, como gorras o viseras), queda claro que, en pos de una mejor integración de esas niñas, el dichoso pañuelito debería ser desterrado dentro del aula.
Nada impide a la niña ir con el trapito, y quitárselo una vez dentro del recinto del colegio. Porque, lograda esa "victoria", imagino que la siguiente será la educación segregada por sexos, como en tiempos del franquismo (cuánto se tocan siempre los extremismos).
Claro que imagino que será un colegio en el que las monjas no den clase "de uniforme" porque si no tendría que comerme mis palabras con patatas...
En resumen: que un pañuelito más o menos en la cabeza no hace daño a nadie, pero todos sabemos lo importante que es en un colegio mantener una cierta disciplina interna. ¿O si viniera un Bananista del Séptimo Tubo, cuya religión les obliga a ir vestidos de naranja y con sombrero mexicano... le permitirían entrar así?
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