Los Presupuestos de la UE
Estos dias en todos los medios de comunicación podemos escuchar noticias sobre la proxima cumbre de jefes de estado para la configuración de los presupuestos de la UE para los años 2007-2014.
Parece ser que se va a acabar el mundo, el sol dejara de salir dependiento del resiltado de la proxima cumpre pero resulta que, es una afirmación no del todo cierta, porque sea cual sea el resultado de la próxima cumbre, unos presupuestos que se elaboran sobre ingresos y gastos del 1% o del 1,24% del PIB de los países miembros, cuando todos ellos tienen presupuestos nacionales que se mueven entre el 38% y el 60% del PIB nacional, deja bien a las claras que son irrelevantes.
Pero los profesionales del europeismo y la incultura económica, incapaz de calcular la importancia, o no, de unas determinadas cifras, han triunfado. Hasta tal punto que los alemanes votarían hoy que no a la Constitución europea probablemente por ser los mayores contribuyentes al presupuesto de la Unión, por más que su aportación neta signifique sólo el 0,5% de su PIB. En España, durante los años de gobierno del PP, una parte significativa de los economistas del PSOE escribían que nuestro crecimiento del 3% anual del PIB era debido a que la Unión Europea nos transfería cada año el 1%, e incluso algunos no se paraban en barras y utilizaban las cifras de transferencia brutas y decían que era el 2% del PIB, lo que explicaba casi todo nuestro crecimiento. Al margen de la eterna confusión de confundir transferencias con crecimiento. El ejemplo más cercano es Portugal, que recibe el 3% de su PIB y no crece.
La Unión Europea es importante por las leyes comunitarias, por la unificación de la política arancelaria, por la obligación de competir lealmente, que limita la interferencia pública a través de subsidios y subvenciones. Es importante, incluso más, por la legislación intervencionista, que regula lo que no debe, pero que condiciona la actividad económica y política de sus miembros. Lo que no es importante es su presupuesto. Todos los miembros, España entre ellos, luchan por pagar lo menos posible y recibir el máximo; pero para los países grandes, y España ya lo es, el resultado en términos de influencia económica de esos presupuestos es poco significativo. Por poner un ejemplo; a mí, como español y para España, me resulta más importante, la decisión del gobierno español de autorizar un aumento del gasto público para el año que viene del 7,6% del PIB, en lugar del 6,6%, que es quizá lo que debería haber hecho. Ese límite de aumento del gasto público, aplicado por todas las administraciones públicas, significa que el gasto público total va a crecer en 68.400 millones de euros en 2006, en lugar de los 59.400 millones de euros que hubieran sido si el crecimiento fuera del 6,6% del PIB. En total, estamos hablando de 9.000 millones de euros de más. Y lo que discutimos con la Unión Europea es del orden de 6.000 millones de euros anuales.
Es obligación de los gobernantes defender los intereses del país que les ha elegido y lo decepcionante es que los nuestros dan por perdidos los 6.000 millones de euros anuales. No están dispuestos a pelearse por ellos y es que han perdido gran parte de los argumento que tenian porque los han ido cediendo a cambio de nada: han cedido nuestra disminución de peso en el texto de la derrotada Constitución Europea, han cedido en la modificación del Plan de estabilidad presupuestaria y han cedido sobre lo que disponían los acuerdos de Lisboa. A cambio de nada. Y 6.000 millones de euros anuales justificarían la dimisión del gobierno en pleno. Aunque con el exceso de gasto público de 9.000 millones de euros anuales se podría compensar, sobradamente, a todas las autonomías que ahora pierden fondos presupuestarios por el efecto estadístico y financiar los imprescindibles incrementos de obras en infraestructuras que se hacen necesarios por el aumento de la población.
Resulta que los franceses se pegan con los ingleses por el Cheque Britanico y la PAC, los Alemanes quieren pagar menos y nuestro insigne ministro de asuntos Exteriores dice que nosotros tenemos una linea roja de la que no podemos bajar. Al final se aliaran los 3 grandes y nos daran por donde amargan los pepinos y a quien vamos a pedir ayuda: a Italia, a la cual dejamos en Irak??, a Polonia a la cual nuestro presidente le dio planton dos veces???, al los paises que entran nuevos...estaran dispuestos a que le den dinero a España en vez de a ellos....creo que no.
Con el Gobierno de PSOE de Gonzalez eramos temidos en Europa por un sistema de negociacion muy rigido, el gobierno del PP siguio esa politica y en los ultimos año la modifico un poco (con buenos y malos resultados), pero la politica actual es un fracaso...somos la risa de Europa....Pero en fin...Talante que todo se olvida.
Parece ser que se va a acabar el mundo, el sol dejara de salir dependiento del resiltado de la proxima cumpre pero resulta que, es una afirmación no del todo cierta, porque sea cual sea el resultado de la próxima cumbre, unos presupuestos que se elaboran sobre ingresos y gastos del 1% o del 1,24% del PIB de los países miembros, cuando todos ellos tienen presupuestos nacionales que se mueven entre el 38% y el 60% del PIB nacional, deja bien a las claras que son irrelevantes.
Pero los profesionales del europeismo y la incultura económica, incapaz de calcular la importancia, o no, de unas determinadas cifras, han triunfado. Hasta tal punto que los alemanes votarían hoy que no a la Constitución europea probablemente por ser los mayores contribuyentes al presupuesto de la Unión, por más que su aportación neta signifique sólo el 0,5% de su PIB. En España, durante los años de gobierno del PP, una parte significativa de los economistas del PSOE escribían que nuestro crecimiento del 3% anual del PIB era debido a que la Unión Europea nos transfería cada año el 1%, e incluso algunos no se paraban en barras y utilizaban las cifras de transferencia brutas y decían que era el 2% del PIB, lo que explicaba casi todo nuestro crecimiento. Al margen de la eterna confusión de confundir transferencias con crecimiento. El ejemplo más cercano es Portugal, que recibe el 3% de su PIB y no crece.
La Unión Europea es importante por las leyes comunitarias, por la unificación de la política arancelaria, por la obligación de competir lealmente, que limita la interferencia pública a través de subsidios y subvenciones. Es importante, incluso más, por la legislación intervencionista, que regula lo que no debe, pero que condiciona la actividad económica y política de sus miembros. Lo que no es importante es su presupuesto. Todos los miembros, España entre ellos, luchan por pagar lo menos posible y recibir el máximo; pero para los países grandes, y España ya lo es, el resultado en términos de influencia económica de esos presupuestos es poco significativo. Por poner un ejemplo; a mí, como español y para España, me resulta más importante, la decisión del gobierno español de autorizar un aumento del gasto público para el año que viene del 7,6% del PIB, en lugar del 6,6%, que es quizá lo que debería haber hecho. Ese límite de aumento del gasto público, aplicado por todas las administraciones públicas, significa que el gasto público total va a crecer en 68.400 millones de euros en 2006, en lugar de los 59.400 millones de euros que hubieran sido si el crecimiento fuera del 6,6% del PIB. En total, estamos hablando de 9.000 millones de euros de más. Y lo que discutimos con la Unión Europea es del orden de 6.000 millones de euros anuales.
Es obligación de los gobernantes defender los intereses del país que les ha elegido y lo decepcionante es que los nuestros dan por perdidos los 6.000 millones de euros anuales. No están dispuestos a pelearse por ellos y es que han perdido gran parte de los argumento que tenian porque los han ido cediendo a cambio de nada: han cedido nuestra disminución de peso en el texto de la derrotada Constitución Europea, han cedido en la modificación del Plan de estabilidad presupuestaria y han cedido sobre lo que disponían los acuerdos de Lisboa. A cambio de nada. Y 6.000 millones de euros anuales justificarían la dimisión del gobierno en pleno. Aunque con el exceso de gasto público de 9.000 millones de euros anuales se podría compensar, sobradamente, a todas las autonomías que ahora pierden fondos presupuestarios por el efecto estadístico y financiar los imprescindibles incrementos de obras en infraestructuras que se hacen necesarios por el aumento de la población.
Resulta que los franceses se pegan con los ingleses por el Cheque Britanico y la PAC, los Alemanes quieren pagar menos y nuestro insigne ministro de asuntos Exteriores dice que nosotros tenemos una linea roja de la que no podemos bajar. Al final se aliaran los 3 grandes y nos daran por donde amargan los pepinos y a quien vamos a pedir ayuda: a Italia, a la cual dejamos en Irak??, a Polonia a la cual nuestro presidente le dio planton dos veces???, al los paises que entran nuevos...estaran dispuestos a que le den dinero a España en vez de a ellos....creo que no.
Con el Gobierno de PSOE de Gonzalez eramos temidos en Europa por un sistema de negociacion muy rigido, el gobierno del PP siguio esa politica y en los ultimos año la modifico un poco (con buenos y malos resultados), pero la politica actual es un fracaso...somos la risa de Europa....Pero en fin...Talante que todo se olvida.
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